El mercado ofrece tal cantidad de vinos que a veces se nos hace muy difícil entender cuál es el que deseamos tomar.
Hoy presentamos tres opciones diferentes para que pueda elegir. Atención: no se encuentran en cualquier lugar.
Por Cecilia Orellano, sommelier cava & restaurant.
La mejor manera de encontrar nuestro gusto personal es probando y trasmitiendo lo que nos deleitó la copa, poder expresar con palabras los sabores que recordamos. Si nos gusta un vino con mucho o poco cuerpo, que tenga intensidad aromática o no, mucha
madera o poca, un final largo o más bien moderado.
Son detalles que nos van a ir ayudando a entender nuestro estilo, que no siempre va de la mano de los gustos de los demás o el de los profesionales. Cada paladar es único, al igual que cada vino. En la actualidad nuestra producción vitivinícola está haciendo mucho ruido en el mercado internacional, está tomando su lugar, incluso más de lo que creemos. Sin embargo no siempre tenemos al alcance de las manos estos vinos ganadores y vanguardista que nos representan.
En esta nota, y a través de los siguientes números de Travel Time, vamos a facilitarle información sobre todo lo nuevo, para que pueda ir abriendo su paladar a nuevos sabores y se acerque a encontrar el vino que lo representa. Es que el disfrute de una buena copa es tan subjetivo, que no siempre el vino mas caro es el mejor, el que más nos gusta.
Por suerte hay una buena variedad para distintos gustos. Tomar un vino es también saber parte de su historia, lugar, particularidad, secreto, es entender lo que estamos bebiendo.
Darse cuenta que cada vino tiene su momento, como cada momento tiene su vino, ya sea para un asado con amigos, una cena de negocios, un presente para alguien importante.
Eso es algo fundamental. Por tal motivo lo invito a deleitar tres vinos argentinos bien diferenciados por su estilo, terruño y valor.
Lamadrid Reserva
Malbec 2006 ($47)
Lamadrid Estate Wines
“En cada botella abrimos un momento único, irrepetible como cada momento y
como cada vino”, afirma Guillermo Lamadrid, quien arribó desde Puerto Rico para enamorarse de Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, y asociarse con Héctor Durigutti y así lograr un producto excepcional, con personalidad, nariz, que cuando entra en la boca provoca placer.
De cuerpo carnoso con taninos envolventes y un final largo. 12 meses de barrica de roble francés y americano de primer uso muy bien integrados.
Un consejo: ábralo un rato antes de tomarlo, gire la copa, y se encontrará con un vino de maravilla.
Por último, cabe destacar que Héctor Duriguitti es el enólogo argentino con
mayor cantidad de etiquetas y altos puntajes en la revista Wines Spectator. De hecho, fue el primer enólogo joven que apareció en dicha publicación y sus vinos entre los Top 100 of the year.
mayor cantidad de etiquetas y altos puntajes en la revista Wines Spectator. De hecho, fue el primer enólogo joven que apareció en dicha publicación y sus vinos entre los Top 100 of the year.
Fuente: Travel time
Más información: www.curdawines.com
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